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Las ondas de terahercios, también conocidas como infrarrojo lejano, son ondas electromagnéticas con una frecuencia de 0,1 a 10 THz. Aunque son invisibles, poseen todas las características de la luz visible, siendo el infrarrojo lejano su componente principal.

Debido a sus propiedades físicas únicas, cuando las ondas de terahercios son absorbidas por la piel humana, producen una serie de efectos biológicos. Entre estos efectos se encuentran el calentamiento por infrarrojo lejano, la resonancia, la activación de moléculas de agua y macromoléculas en el cuerpo, la reducción de lípidos y colesterol en sangre, la mejora de la microcirculación, el metabolismo y la función inmunológica.

Uno de los efectos más importantes de las ondas de terahercios es su capacidad de generar calor y resonancia, lo que tiene un impacto significativo en la salud. Entre los beneficios más destacados se incluyen:

1. Efectos sobre el sistema nervioso central: Mejora de la función neuronal y posible alivio de trastornos nerviosos.

2. Mejora de la microcirculación vascular: Promoción de una mejor circulación sanguínea a nivel capilar.

3. Retraso del envejecimiento y aceleración de la regeneración celular: Contribución a la longevidad y a la rápida recuperación de los tejidos.

4. Tratamiento de enfermedades articulares: Alivio y posible mejora de condiciones articulares crónicas.

Estos efectos hacen que las ondas de terahercios sean de gran interés para aplicaciones terapéuticas y de bienestar.